La tecnología LIDAR ha supuesto un impulso en la arqueología espacial, también llamada arqueología del paisaje, ya que permite obtener información de estructuras construidas en el pasado y que se encuentran en la actualidad cubiertas por vegetación o sedimentos, resultando difícil su identificación en una prospección visual.
En este post vamos a resumir el estudio Rediscovering the lost archaeological landscape of southern New England using airbone light detection and ranging (LIDAR) realizado por Katharine M. Jonhson y William B. Ouimet, en el que mediante la tecnología LIDAR han llevado a cabo la identificación e interpretación de diferentes tipos de características arqueológicas y culturales en las localidades de Ahford, Connecticut (CO); Tiverton, Rhode Island (RI); y Westport, Massachusetts (MA) (Nueva Inglaterra) USA.
En la actualidad la zona de estudio está cubierta por un denso bosque caducifolio que hace difícil el trabajo de campo. Pero no siempre fue así, ya que en el pasado la actividad humana moldeo el paisaje mediante la agricultura, creando espacios dedicados a pastos y campos cercados por muros de piedra. Estos espacios tras el abandono de la actividad agrícola en diferentes momentos históricos se han reforestado rápidamente creando el paisaje actual.
Mapa de situación del área de estudio.
Para la realización del estudio los autores utilizaron datos LIDAR con una resolución de 1 metro proporcionados por organismos públicos. La resolución de los datos LIDAR fue determinante para la elaboración del trabajo, ya que el tamaño de las muros de piedra en el área de estudio es poco mayor de 1 metro y por lo tanto estas construcciones no son visibles utilizando MDTs (Modelo Digital del Terreno) con una resolución menor, por ejemplo 10 metros.
En la imagen inferior podemos ver un ejemplo de cómo no se pueden identificar las características arqueológicas utilizado fotografías aéreas y un MDT. Sin embargo, el uso de los datos LIDAR permitió identificar las estructuras con facilidad. Posteriormente los autores del estudio completaron el trabajo realizando un trabajo de campo para comprobar que la identificación fue correcta.
Las imágenes (a) y (b) corresponden a fotografías áreas en diferentes épocas del año (otoño y primavera) y (c) es un MDT con resolución de 10 metros por pixel. La imagen (d) se obtuvo con datos LIDAR con una resolución de 1 m y en la imagen (e) se han digitalizado mediante SIG los elementos identificados: muros de piedra en color amarillo, caminos abandonados en color rojo y los cimientos de edificios fueron delimitados por cuadros de color verde.
Además, los autores del estudio también crearon mediante el uso de un SIG mapas de pendientes para poder comprender mejor la forma del relieve y las dimensiones de las estructuras arqueológicas.
(a) y (b) (c). Fotografías de las bases de las estructuras, datos LIDAR en color gris con estructura identificada mediante un recuadro y en color amarillo el mapa de pendientes.
El estudio se complemento con la digitalización y georreferenciación de diferentes fuentes históricas, mapas históricos de 1712 y 1858 y fotografías áreas de 1934, que documentaba la ubicación de las construcciones hoy desaparecidas. Esta información fue utilizada para su comparación con las estructuras identificadas mediante los datos LIDAR, lo que permitió una comprensión más profunda de la disposición espacial del paisaje.
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Resultados y conclusión.
El examen de los datos LiDAR para estas tres áreas revelaron la existencia de una gran cantidad de estructuras arqueológicas: muros de piedra, cimientos de edificios y caminos. En muchos casos fue incluso posible medir en los datos LIDAR las dimensiones de los cimientos de los edificios, principalmente casas, pero también de molinos, presas, graneros y otras estructuras. Los muros de piedra identificados tienen un en espesor y altura, desde 1.5 a 0.4 metros.
(a) paredes en Ashford, CT que alguna vez fueron parte de un complejo de molinos; (b) carrera para un aserradero del siglo XVIII en Tiverton, Rhode Island; (c) y (d) dos tipos diferentes de muros de piedra, que reflejan diferentes alturas construidas o varios estados de conservación.
Los datos LIDAR también fueron útiles para comprender el diseño espacial de las granjas, ya que la mayoría de las investigaciones históricas muestran un punto en un mapa para localizar la granja. Sin embargo, mediante los datos LIDAR no solo fue posible localizar la granja, sino también los campos, recintos circundantes y los cimientos de edificios secundarios.
Granjas ubicadas en (a) Ashford, (b) Scotland, (c) Westport, (d) Eastford en las que se aprecian los muros de piedra.
Los resultados finales mostraron la existencia de un mayor número de granjas de las que se tenía constancia, localizando 12 nuevos yacimientos arqueológicos en Westport y 48 en Ashford y Eastford. Otra de las ventajas fue la posibilidad de usar los datos LIDAR junto con documentación histórica (fotografías aéreas y mapas históricos), lo que facilitó la investigación.
La fotografía aéreas de 2012 (a) y (b) muestran un área densamente cubierto por bosques. (c) La fotografía aérea de 1934 muestra una granja en funcionamiento con una casa, granero, dependencias y campos despejados. Los datos LIDAR (d) permiten visualizar la granja cubierta por bosques en la actualidad.
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En la fotografía aérea de 2012 (a) se muestra un área densamente boscoso. Sin embargo, el mapa histórico de 1858 (b) muestra que el área tuvo una carretera con varias propiedades e incluso escuela. El uso de los datos LIDAR (c) y (d) reveló no solo el camino, sino los cimientos de los edificios, que ahora están dentro del bosque.
Comparación de datos LIDAR digitalizados (a) con mapa histórico de 1712 (b) con los limites de las propiedades.
El artículo finaliza con la exposición por parte de los autores de las conclusiones, donde señalan la importancia del uso de los datos LIDAR para localizar, identificar y analizar el paisaje arqueológico. Así como el ahorro de tiempo y costos que supone su uso. También destacan la importancia del uso de documentos históricos, mapas y fotografías aéreas, que proporcionan datos adicionales y que permiten interpretar e iniciar el análisis espacial del área de estudio (Nueva Inglaterra). En concreto los datos LIDAR proporcionan información desde un punto de vista antropológico, ya que los resultados muestran cómo interactuaron los humanos con el territorio.
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