En los cursos de “Sistemas de Información Geográfica aplicados en la gestión del patrimonio y arqueología” que impartimos a través de la UBU (Universidad de Burgos) siempre se hemos apostado decididamente por el software libre QGIS. Las razones son evidentes, QGIS es un aplicación sólida y con una amplia comunidad de desarrolladores que mejoran constantemente sus prestaciones.
Entre las últimas novedades que se han incluido, a partir de la versión QGIS 3, con el objetivo de mejorar la simbología en los mapas, está la posibilidad de crear clusters, una herramienta fantástica. Un cluster consiste en agrupar los objetos en función de un factor, con frecuencia se utiliza la distancia entre los objetos.
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El uso de los clusters resulta interesante en mapas donde una de las capas de tipo punto tiene un gran densidad de objetos espaciales creando una “nube densa” que impide ver el resto de la información.
En la imagen inferior mostramos un ejemplo, la capa de tipo puntos corresponde a la ubicación de yacimientos y su elevado número no permite visualizar el resto de la información existente en el SIG (capa con las provincias romanas). Por lo tanto, el resultado no es el adecuado para que el destinatario pueda comprender el mapa.
En la siguiente imagen vemos el resultado de configurar la simbología de la capa mediante clusters. El número que aparece en el interior nos indica la cantidad de puntos (yacimientos) que se han agrupado en función de la distancia indicada. Los puntos que se encuentran fuera del cluster se visualizan con su simbología.
Según hacemos un zoom a la capa y nos aproximamos, los clusters van cambiando de tamaño y aparecen un mayor número de puntos individuales.
Además esta herramienta incluye algunas opciones para personalizar la simbología de cada yacimiento, como por ejemplo cambiar el tamaño, color y forma en función de los atributos de los campos.
En la siguiente imagen hemos otorgado a cada yacimiento un color diferente en función de un campo de la tabla de atributos que les clasificaba en diferentes tipos (minas, puertos, ciudad, circo, puente, fuerte, etc…).
Las aplicaciones de los cluster dentro de la arqueología y el patrimonio son muchas y muy eficaces. Una vez más vemos como la introducción de técnicas procedentes de otros campos nos facilitan la investigación del pasado y el patrimonio.
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